Karl-Heinz Joura...deportista, fugitivo y artesano de la pipa

Una vida de película.

Karl - Heinz Joura de Alemania hace cada pipa, combinando meticulosamente la belleza con la calidad de la fumada.
Me tropecé en varios lugares con retazos de su vida y me pareció paradójico que un deportista de élite y evadido de la Alemania del Este, terminara convirtiéndose en un Maestro-Artesano de la Pipa.

Localizados en el noroeste de Alemania, Bremen y Bremerhaven han disfrutado de una larga asociación con el mar. Situados junto al río Weser, ambas ciudades son el segundo puerto más largo, junto, solamente, con Hamburgo. Los comerciantes y pescadores de Bremen se han beneficiado de su proximidad al Mar del Norte desde que la ciudad fuera fundada hace más de 1.200 años, y hoy día, el comercio marítimo es una parte importante en la vida de los 700.000 residentes de la zona. Para la mayoría de los habitantes de Bremen, el mar representa la prosperidad. Para uno de los residentes, sin embargo, el artesano de pipas Karl-Heinz Joura, es una añadido más al sentimiento de Libertad. Nacido en Bohemia, la que sería Checoslovaquia. En 1942, Joura y su familia se instalaron en la Alemania oriental en los últimos días de la Segunda Gran Guerra. El joven se incorporó al equipo alemán de salto y se transformó en un clavadista de talla mundial. Compitió en muchas competiciones por todo el mundo, incluyendo los mundiales de Alemania de 1961.

En busca de una vida mejor, Joura intentó huir durante quizás el período más nefasto en la historia de la Guerra Fría. En 1961, ya había hecho dos intentos para venir a la zona Oeste, cuando él y un amigo decidieron viajar a un puerto de Alemania Oriental en el mar de Báltico para realizar un tercer intento. Miraron una embarcación de las dársenas y estudiaron la rutina y horarios de los soldados y la policía que patrullaba intentado localizar y detener a posibles polizones. Cuando supieron que no quedaba nadie a bordo, subieron a hurtadillas en el barco y se escondieron en el compartimento de carga. Afortunadamente para Joura y su amigo, la patrulla de la policía no tenía perros y por tanto pasaron inadvertidos. La embarcación se marchó y atracó en Kiel, Alemania Occidental, varios días después. Joura posee la capacidad necesaria tanto para el diseño como para realizar la ejecución precisa de sus creaciones. Su dedicación para conseguir extraer de cada bloque de brezo hacen que su producción se reduzca a, solamente, 200 pipas por año. Así que, ¿cómo ha logrado tan enorme reputación un hombre que hace tan pocas pipas en un año?.

Uno tiene solamente que mirar, palpar, y fumar uno de las pipas de Joura para comprenderlo.

Joura es el único fabricante de pipa que 'firma' cada pipa con un símbolo que representa el tipo de brezo utilizado. Utiliza brezo de tres regiones distintas - Córcega (representado por una estrella), Cerdeña (simbolizado por una planta de tabaco), y sur de Francia (una hoja).

Buenos humos a todos.

Pedro Romero-Auyanet
-Canarias-